lunes, 9 de julio de 2012

CIUDADANÍA Y POLÍTICA SOCIEDAD CIVIL Y PARTIDOS POLÍTICOS: UN ENCUENTRO NECESARIO

CIUDADANÍA Y POLÍTICA
SOCIEDAD CIVIL Y PARTIDOS POLÍTICOS: UN ENCUENTRO NECESARIO
Estimados Amigos y Amigas: conscientes de la creciente distancia entre los partidos
políticos y la política que desarrollan los movimientos sociales, un grupo de dirigentes
sociales y dirigentes partidarios queremos invitar a un diálogo que permita reconstruir
confianzas y lógicas de colaboración a partir de lo que fue la reunión celebrada en el
Ladrón de Bicicletas, en diciembre de 2010.
Luego del amplio movimiento ciudadano que se desarrolló en el 2011, ya existen varias
instancias ciudadanas organizadas y convocatorias amplias, donde el mundo progresista
debe nutrir sus propuestas y articularse a los procesos sociales y políticos en marcha.
Tenemos la certeza de que estos dos mundos escindidos no serían capaces de aportar a
la construcción de un nuevo proyecto que pueda ofrecer desde el progresismo una alternativa viable para nuestro pueblo y, en particular, para los que más sufren las consecuencias del modelo neoliberal
El desafío, entonces, está planteado: invitamos a encontrarnos el próximo 14 de Julio de 2012 desde 9:30 a 13:00 hrs. en el ex - Congreso Nacional, ubicado en Catedral 1158
Santiago
En la ocasión nos proponemos impulsar la articulación del mundo ciudadano y político progresista. Así esperamos aportar a una propuesta programática que nazca desde la
ciudadanía y pueda transformarse en un programa de Gobierno por quien esté dispuesto/a a recogerla y dirigir la administración del Estado.
CONVOCANTES AL ENCUENTRO
Rolando Jiménez Movilh
Patricio Rodrigo Secretario Ejecutivo Consejo de la Patagonia
Gonzalo Martner Chile 21
Luis Infanti Obispo de Aysén
Jaime Gajardo Presidente Colegio de Profesores
Raúl de la Puente Presidente de la Anef
Esteban Maturana CUT
Carolina Espinoza Presidenta Consufam
Iván Fuentes Dirigente Sindical
Bernardo Jorquera Vicepresidente de la Anef
Hector Sandoval Presidente de la Confederación nacional de Taxis colectivos de Chile
Patricia Coca Presidenta Proanimal
Cosme Caracciolo Confederación Nacional Pescadores Artesanales
Marcelino Aguayo Vocero del movimiento de Punta Arenas
Cristián Cuevas Conf. Trabajadores del Cobre
Raimundo Espinoza C. Trabajadores del Cobre
Stefan Larenas Conadecu
Arturo Escárez Presidente:Consejo Nacional de Asistentes de la Educación
Camila Vallejo Viceprecidenta de la Federación de estudiantes U de Chile
Camilo Ballestero Ex Presidente Federación de Estudiantes USACH
Freddy Fuentes Ex-Dirigente Secundarios
Jose Ancalao Miembro de la Confech y Vocero de la Federación Mapuche
Eduardo Catalán Andepa
Alejandra Cassino Coalición por el Control Ético de la Fauna Urbana
Frano Papic CIDES
Javiera Stipicic Alerta Riesco
Juan Pablo Cid Presidente del Frente Ciudadano por el Derecho al Medicamento
Alejandro Castillo Sidarte
Humberto Meza Sindicato Falabella
Dr Andrei Tchernitchin Toxicólogo, Experto en Contaminación
Antonia Toledo Mujeres con cáncer de mama, pacientes oncológicos
Cecilia Castillo Especialista en Nutrición, Defensora de los Derechos de la Salud
Iván Vuscovic Conapyme
Juan Carlos Cárdenas Ecocéanos
Cristóbal Valenzuela AnimaNaturalis Internacional
Elir Rojas Zona Minada
Graciela Riveros Asoc. Gremial Gestores Culturales
Hogladaly Fernández Asoc. Enfermos de Luos
Ignacio Iriarte Agrupación ONGS
Ismael Calderón Asoc. Metrop. Padres y Apoderados
Oscar Brito Confed
Maribel Parra Red Chilena de Actividad Física
Pamela Morales Círculo Periodistas de la Salud
Manuel Baquedano Instituto de Ecología Política
Jorge Godoy Amdepa
María Teresa Ruiz Premio nacional de ciencia Académica U. de Chile
Mauricio Electorat Escritor
Pedro Huichalaf Liberación Digital
Pedro Aguirre Asoc. Func. Serv. Municipal de Agua Potable
Víctor Orellana Ferias Libres
Miguel Márquez Energías Renovables
Pamela Muñoz sindicato Wallmart
Lorena Donoso Docente e investigadora Facultad Derecho U. de Chile
Manuel Sandoval Pdte. Conf. Sindicatos del Comercio
Elizabet Vera Presidenta agrupación contra cheque en garantía
Teresa Cartileo Colegio Nutricionistas
Lidia Amarales Chile libre de Tabaco
Oscar Benavides Asoc. Chilena de Fútbol Profesional
Katia Cotoras Ecocivitas
Malucha Pinto Chileactores
Norberto Díaz Sindicato Enap
Osvaldo Torres Chile 21
Carlos Omínami Chile 21
Guido Girardi Senador
Marcelo Díaz Diputado
Rodrigo Gonzalez Diputado
Gabriel Silber Diputado
Alejandro Bahamondes Vicepresidente del PPD
Jorge Insunza Dirigente Nacional PPD
Alberto Koschützke Fundación Friedrich Ebert en Chile
Jaime Ensignia Fundación Friedrich Ebert en Chile
Bet Gerber Fundación Friedrich Ebert en Chile
Domingo Namuncura Dirigente Nacional PPD

Saludos

sábado, 11 de febrero de 2012

Qué somos y donde vamos … ADN PPD.

A finales de los 80’ nació un partido que prometía ser el cambio a la forma tradicional de hacer política, un partido pluralista, abierto e inclusivo que pretendía transformarse en el referente de una generación distinta, sin trabas ideológicas, cansada de los viejos modelos, en fin, un partido cuyo fin era la unidad y el lograr acuerdos para terminar con la dictadura de una manera pacífica y transformarse así en el “Partido del próximo Siglo”, hoy sin embargo, cuando una gran mayoría ciudadana manifiesta su rechazo absoluto al actual sistema, sistema heredado, manipulado, reformado, disfrazado, pero finalmente el mismo que se implantó a la fuerza en nuestro País por la más dura de las derechas y con el que aprendimos a convivir y acomodarnos cabe la pregunta ¿Qué es ser PPD?, ¿ Responde este partido al sentir de su militancia?, ¿ Defiende el PPD realmente los derechos Humanos? ¿Está el PPD en primera línea en la defensa del medio ambiente?... en resumen.

Es el PPD el Primer partido del próximo siglo o terminó por ser el último partido del siglo pasado.

Durante el último año nos hemos ocupado en diagnosticar los motivos que llevaron a la ciudadanía a entregarle un voto de confianza a la derecha y permitir que vuelva a ser gobierno, olvidando que gran parte de la responsabilidad que la derecha gobierne nuevamente es nuestra al no ser lo suficientemente efectivos en proponer nuestra forma de ver el mundo y contentarnos con administrar el poder o simplemente al ser un partido tan “abierto e inclusivo” perdimos la esencia de ser “partido político” o sea una parte de un todo, una parte en la que claramente no cabemos todos, sino aquellos que ven el mundo de una manera similar, aquellos que entienden la Democracia como un estado de participación real.

Una parte significativa de la responsabilidad en esto, nos corresponde a nosotros, como a quienes NO LES DA LO MISMO que constitución tenga nuestro país y están dispuestos a manifestar posturas divergentes cuando es necesario y también a manifestarse por la defensa de los ideales que el partido representa, pero para ello debe necesariamente tener claridad en sus postulados y convicciones.

Como juventud del PPD no nos sentimos ajenos a las manifestaciones ciudadanas manifestadas en el despertar social de los últimos años, dicho de otra manera, nos sentimos plenamente representados, interpretados e interpelados por ella ya que las demandas de esta tienen relación con nuestros postulados, con nuestra forma de entender la democracia, para ello no hace falta más que leer nuestra declaración de principios, pero… tenemos conocimiento acabado de esta, o sólo somos meros observadores.

Al leer podemos analizar y darle sentido a lo escrito, podemos percatarnos de lo realmente hecho.

Nuestra declaración de principios respondió en su momento a las necesidades del País, pero consideramos que para muchos se transformó en un documento más.

Ahora es necesario tomar definiciones claras, señalar sin ambigüedades en que sector político estamos sin temor al fantasma eterno de una fuga de militancia, sino por el contrario, esta definición dará sustento a la militancia actual e incentivará que nuevos actores encuentren en el PPD al partido que representa los ideales que quieren para Chile y es en ese sentido que las banderas de lucha del PPD deben ser defendidas por quienes representan a su militancia, ya que la perdida de identidad es, según esta juventud, una de las principales causas de la incredulidad ciudadana hacia los partidos y en particular hacia el PPD.

Dividiremos a continuación nuestras propuestas ideológicas en 4 grandes áreas:

1. Régimen político, Estado y mercado valores PPD.

2. Participación Ciudadana

3. Desarrollo sustentable

4. Igualdad

1. Régimen político, Estado y mercado valores PPD.

Nuestro partido debe propender hacia la efectiva profundización de la Democracia, promoviendo la participación efectiva y consciente de toda la sociedad impulsando las siguientes iniciativas.

· Asamblea constituyente.

· Fin al sistema binominal

· Limitar las veces que pueden ser elegidas las autoridades.

· Impulsar que las autoridades que representen a las regiones sean efectivamente parte de estas y no impuestas desde la centralidad.

· Impulsar una economía verde, donde la vida ea el centro del universo y no la especie humana.

· Aumento de los impuestos, para generar mayor igualdad entre los chilenos.

El PPD debe definirse claramente como lo demandan la mayoría de sus militantes “Un partido de izquierda progresista, democrático, humanista y laico”

Respondiendo a esa definición el PPD es entonces el partido de la “defensa de los derechos ciudadanos” defendiendo los derechos sociales básicos como Salud y Educación de calidad, vivienda digna y un sistema previsional que defienda a los ciudadanos y NO a los intereses de los dueños de las AFP.

Es necesario un Estado fuerte con participación actica en el mercado, con un mercado al servicio de todos los chilenos y chilenas

2. Participación Ciudadana:

El PPD debe ser claro y rechazar la actual constitución, promoviendo la creación de una asamblea constituyente que represente los intereses de todos los chilenos poniendo fin definitivamente al legado de la dictadura.

El PPD debe ser identificado e identificarse a si mismo como un partido de trabajadores y ciudadano, promoviendo la participación del mundo social en las diferentes estructuras del partido.

Redefinir la estructura interna del partido mediante una comisión nombrada específicamente para ello, que entregue garantías de transparencia y representatividad a todos los sectores.

3. Desarrollo Sustentable:

El PPD debe enarbolar la bandera de la nacionalización de los recursos naturales como son los Minerales y el agua haciendo todos los esfuerzos para construir un frente de unidad que propenda a dicho fin.

Nuestro partido debe ser reconocido por los ciudadanos como aquel que defiende los derechos de los ciudadanos y eso tiene absoluta relación con la protección del medio ambiente, la cual según esta juventud debe ser garantizada por el estado creando un organismo independiente del gobierno de turno que sea el encargado de velar efectivamente por resguardar el patrimonio de todos los Chilenos.

4. Igualdad

Reconocimiento efectivo a las demandas de los pueblos originarios, discusión real sobre multiculturalidad o multinacionalidad.

Desarrollo de la cultura en todas sus expresiones

Fin a la discriminación en todas sus formas.

Defensa de los Derechos Humanos en todas sus dimensiones, entender la “Declaración Universal de los derechos humanos” como parte del marco ideológico del PPD.

Francisco Varela Miranda

Profesor

viernes, 20 de enero de 2012

¿PORQUÈ EL CONSEJO IDEOLOGICO DEL PPD?

Chile vive hoy momentos difíciles. Después de veinte años, la derecha gobierna nuevamente en nuestro país. No nos sentimos ajenos a ese hecho. Una parte significativa de la responsabilidad en esto, nos corresponde a nosotros, como partido y como Concertación. Si bien es cierto que el país que tenemos hoy es mejor que el que dejó la dictadura derechista, no es el Chile que quisiéramos tener, ni menos el que prometimos.

Por esto mismo, es que igualmente, no todos nos sentimos ni somos ajenos a las manifestaciones ciudadanas y a la movilización social que en estos últimos meses han recorrido nuestro país. Más bien algunos,.o muchos somos parte, nos sentimos interpretados y al mismo tiempo, interpelados por ellas, y este proceso de definiciones, es parte del esfuerzo para expresar políticamente este movimiento y sus demandas, retomando así, lo que nunca debimos perder (abandonar).

Si miramos la realidad nacional, vemos cuanta razón hay en esas manifestaciones, cuanta voluntad de democracia, de libertad, cuanto deseo de justicia social e igualdad. Cuanta ansía de fraternidad y de solidaridad, hay en la base de estos reclamos.

Aunque a veces a algunos les parezca, nada de esto es perjudicial para la democracia. Por el contrario, si somos capaces de poner nuestras instituciones en línea con estas demandas, fortaleceremos los valores democráticos de nuestra convivencia y permitiremos que el debate público se enriquezca de la participación más igualitaria de todos los chilenos y chilenas. Es claro que nuestras instituciones no están a la altura de estos desafíos. Ni nuestra democracia ni nuestros partidos políticos cumplen con las condiciones para respondes a la demanda de participación, transparencia, control social y rendición de cuentas, en definitiva de transformación y cambio, que el Chile de hoy nos plantea, motivado por las características de injusticia social, de desigualdad y de concentración del poder, en todos los ámbitos, que tiene nuestra sociedad y en la que algunos (demasiados) de nuestros dirigentes tienen directa responsabilidad. Debemos tomar definiciones serias, claras, que se entiendan por la ciudadanía. No es posible llamarnos partido y que convivan en su interior quienes encabezan la defensa de la Patagonia y quienes encabezan su destrucción en aras del lucro y la codicia.

Esta nueva realidad ha hecho evidente la necesidad de una mirada autocrítica sobre lo realizado durante los 20 años de gobierno. Los avances en muchas áreas estuvieron acompañados de una insuficiente decisión para acometer reformas profundas, que enfrentaran con fuerza las desigualdades, las limitaciones de nuestra democracia y los abusos del mercado. Así también, constituye un gran pasivo la falta de determinación con que se cuestionaron las definiciones estructurales heredadas de la dictadura. Más allá de la contextualización histórica de estas situaciones, es evidente que ese no es el carácter que ha de tener una fuerza política que asuma los desafíos de esta etapa. Para esto, es necesario abandonar definitivamente la falacia eufemística de la igualdad de oportunidades, que solo permite legitimar la desigualdad de los resultados, sin hacerse cargo de los factores estructurales del sistema.

Estas falencias no solo contribuyeron de manera decisiva a la derrota sufrida, sino que hoy, con la derecha gobernando, hacen que la ciudadanía, sabiamente, y de manera abrumadoramente mayoritaria, cuestione las bases y los sentidos del orden político. Pero esta crisis no es solo en el nivel político, de credibilidad y de representación, en suma de legitimidad, sino que por la incapacidad del sistema político de intervenir a favor de las grandes mayorías menos favorecidas, tanto en lo social como económico y cultural.

El movimiento estudiantil, que destaca en sus movilizaciones, ha logrado concitar niveles de apoyo nunca vistos, pues ha hecho sentido no solo por cuestionar el sistema educacional y su irritante desigualdad, sino por cuestionar el sentido de su existencia, que hoy pareciera ser mas realizar el afán de lucro que posibilitar el ejercicio de un derecho humano fundamental. En efecto, existe la percepción de que el afán de lucro ha ido tomando el control del sistema educacional y hoy parece ser la principal fuerza que lo moviliza. La educación parece estar convirtiéndose en un negocio más. La expansión de instituciones lucrativas ha generado poderosas dinámicas que alejan al sistema educacional de los valores que esperamos que lo animen y esa es la causa del descontento. Es un reclamo para poner otros valores y otras prioridades en el corazón de la educación.

El lucro y la competencia por obtenerlo han tenido innumerables efectos en la educación chilena y no solamente a nivel universitario, sino especialmente a nivel escolar. Uno de los principales avances del país, la ampliación de la cobertura educacional, ha tenido en el lucro uno de sus motores. Impulsados por la posibilidad de buenos negocios, muchos inversionistas, han apostado a la educación, tanto escolar como superior, y con ello han ampliado ostensiblemente el volumen y diversidad de la oferta educativa. El problema, es que esa gran cobertura educacional la esta pagando muy caro nuestro país, por el predominio de la lógica de los negocios en la educación. Se masifico la educación pero también se masificaron los negocios educativos. La educación-mercancía manda en este sistema y nosotros hemos tenido ministros que la han impulsado.

Esta situación se repite al examinar los datos de otros ámbitos de nuestra estructura socio-económica-política-cultural. Son conocidas las cifras respecto de la distribución de los ingresos y su consecuencia en las inequidades, en cualquier aspecto de nuestra sociedad, lo que nos hace cuestionar no sólo el rol que ha tenido y tiene el Estado, si no que también, nuestra condescendencia con el modelo económico llamado de libre mercado, que atenúa estas discordancia y no proporciona respuestas de futuro sobre un crecimiento armónico con el medio ambiente. La lógica del lucro y la competencia y su traspaso, en mayor o menor medida, a todos los ámbitos de nuestras vidas, desplazando a la solidaridad y la cooperación, ha generado un inevitable impacto en nuestra convivencia, deteriorando al máximo la confianza de las personas en las instituciones de toda índole y en los “otros”, llegando a constituirse como expresión clara de nuestra sociabilidad, lo que se ha llamado “El miedo al otro”, fundando sobre este un sistema de “seguridad ciudadana” que retroalimenta la lógica sistémica, excluyente y represiva, deteriorando aún mas nuestra comunidad y convivencia. Grave participación en esto han tenido y tienen dirigentes nuestros, al participar en “instituciones” como Paz Ciudadana, provocando desprestigio en amplios sectores acerca de nuestra condición, ya no digamos de izquierda o progresista, sino tan solo democrática.

Esto ha llevado a que como dice el PNUD, los y las chilenas ven al poder social organizado sobre una matriz de autoritarismo y sumisión, que produce un orden asimétrico de dignidades. Este es sentido como abuso y humillación, lo que hace que el desquite y el resentimiento se transforme en un intento por compensar lo anterior, lo cual, a su vez, no hace mas que reforzar esa misma matriz y sus efectos.

No es raro entonces que para “mantener el orden”, nuestro país tenga el triste record de tener la tasa más alta de compatriotas encarcelados de Latinoamérica, y una de las más altas del mundo. Las inseguridades que sufrimos son el resultado inevitable del funcionamiento de nuestra sociedad, de nuestro orden en lo político, económico, social y cultural.

Todas estas consideraciones y constataciones nos llevan a entender que la crisis por la que atravesamos no es una cuestión coyuntural ni menos electoral, sino que lo que ha entrado, de alguna manera en ella, es mas profundo y alcanza a nuestra forma de comprensión de la sociedad y de las personas, del orden social y sus fundamentos, de las concepciones y los conceptos básicos con que analizamos la realidad. Es decir, esta crisis atraviesa, sino nuestros más altos valores declarados, sin duda, algunas o muchas de las definiciones ideológicas con que nos hemos manejado. Si en los tiempos de nuestra fundación el “fin de la historia“ se enseñoreo, implantando el concepto de “democracias de mercado” o “sociedades de consumidores” hoy, nuestra sociedad, en consonancia con la ciudadanía del resto del mundo dominado por el neoliberalismo, ha echado a andar, reasumiendo su condición de titular de la soberanía popular, comenzando a poner fin al “fin de la historia”. De nosotros depende ser parte de ese proceso o que este movimiento ciudadano y democratizador sea, también, el comienzo de nuestro fin. Por todo esto es el Consejo Ideológico del PPD.

Mauricio Salinas Escobar

Abogado